Oé, oé, oé.

Clarísimamente la France dit NON ayer a este proyecto de Constitución europea. No quepo en mí de gozo ante lo que considero un triunfo enorme de la ciudadanía europea.
Y ahora es precisamente cuando hay que recordar todas esas mentiras a las que tan acostumbrados nos tienen las élites políticas europeas que son las que durante 50 años han construido la Unión de espaldas a la ciudadanía, cuidándose muy y mucho de que algo como la democracia encontrase materialización.
Se dijo a la ciudadanía francesa que no votase por asuntos domésticos como la impopularidad del gobierno Raffarin: ya veremos si RAffarin dura 24 horas más en el cargo antes de que presente su dimisión o le cesen.
Se dijo que se aceptaría lo que el pueblo dijera en las urnas: Sarkozy y alguno más ya han dicho con toda la caradura habitual de las élites políticas de la peor estirpe que debería haber otro referéndum (vamos como en Irlanda con el tratado de Niza, que se celebraron referendos hasta que salió el sí; toma ya plan B).
Y lo mejor para comprobar la hipocresía de la mafia bruselita es comprobar las reacciones al resultado por parte de los altos funcionarios comunitarios.
Tanto la Comisión, como el Consejo, como el Parlamento por boca de sus presidentes tienen la caradura de decir sin el menor sonrojo que el proceso de ratificación debe continuar porque sería una deslealtad para con los 240 millones de europeos que ya han aprobado el texto. ¿Cómo que 240 millones? que yo sepa al margen de los escasos 7´5 de España y los eslovacos ningún otro país de Europa ha votado esta constitución, han sido los parlamentos, así que es una manipulación pérfida el confundir democracia directa con indirecta. En ningún lugar del mundo las constituciones no se someten a votación popular, por esa regla de tres el Plan Ibarretxe también fue aprobado en el Parlamento Vasco y no se dice que los 2 millones de vascos aprobaron el texto.
Luego sale Solana, ese criminal autor de uno de los eufemismos más nazis que recuerdo en estos mis 24 años de vida: "Daños Colaterales", para definir el bombardeo de objetivos civiles en Belgrado y Novi Sad durante el ataque de la OTAN a la entonces Yugoslavia en el 99. Y este pieza (que cobra lo que no está escrito por ser alto representante PESC, una política que como se demuestra a cada crisis internacional -Isla Perejil, Irak, Chechenia, Cuba...- es inexistente) y salta que un contratiempo, pero no grave. No nada, simplemente es la primera vez que el pueblo de un país europeo se pronuncia con una participación digna (nada que ver con el 17 % de participación en el referéndum polaco de adhesión o el 44% del referéndum de ratificación español).
Y la guinda llega con la aparición de ZP un auténtico ultra de la constitución (aún me acuerdo de aquello de que votando a favor estamos votando contra el terrorismo y por la seguridad que dijo Moratinos en su nombre) anunciando que los españoles votamos lo correcto, sí quizá; y quizá también lo correcto hubiera sido no ser conejillo de indias y no votar los primeros para ahorrarnos un dineral si al final esto no salía adelante.
En fin, si ha quedado algo claro con el resultado de esta consulta a la población francesa es que no se puede pretender que tras 50 años de marginamiento del pueblo en la construcción europea, ahora se permita que aprobemos sin rechistar lo que unas élites transnacionales y multinacionales (auténticos profesionales de la pólitica en el peor sentido del término) han cocinado a nuestras espaldas. Lo que se rechazado es la política de pasillo y palacio marca de la casa de Bruselas, no se ha rechazado Europa como pretender suponer ("la Constitución o el Caos" que casi dijeron Santer y Hollande el otro día).
La verdad es que tengo curiosidad por ver que es lo que se sacan de la manga para obviar esta decisión, porque está clarísimo que no lo van a respetar, ya ves tú, el pueblo para una vez que se le da la posibilidad de decidir, va y se equivoca. Quizá prueben el o sale o me pico de Irlanda, se vuelve a someter a votación cambiando el color de la portada o algo así, o directamente se pasa de referendos y se aprueba en el Europarlamento, ése al que 3/5 de europeos nunca ha visto como institución representativa y nunca ha votado para su composición. Lo que sí es verdad es que la de hoy es la expresión de las diferencias que pese a todo tiene Francia de España, basta comparar el debate que ha habido en Francia con los anuncios de Loquillo y Butragueño en España.
En fin, el miércoles votan los Países Bajos, a ver que pasa, en cualquier caso, hoy desde luego Vive la France (la misma France que no se sumó a la Comunidad Europea de Defensa en los 50 y que con su no puso en marcha las comunidades europeas.
Uapero D.