domingo, abril 03, 2005

No somos depositarios del expediente académico de un alumno.

Es ésta una nueva máxima sobre la que hacer pivotar nuestra labor en el Servicio de Gestión Académica. Y es precisamente el mejor resumen que puede hacerse (al margen de las consabidas características de Alumnos) sobre el último round disputado por nuestra noble unidad con el edificio 3.
Pues resulta DE QUE el jueves se presentó un incauto chabal para demandar nuestro serivicio de asesoramiento y atención presencial, comentándonos que venía a solicitar una certificación académica donde además apareciera la nota media ponderada. Ante lo clarísimo del caso los dos uaperos allí presentes iniciamos nuestra ya tradicional versión dueto de la remisión de solicitante al edificio 3 (eso es en alumnos, eh?, decanato, admnistración de campus, pic, edificio al lado de la cafetería. Pero esta vez la cara de extrañeza del chabal no era porque no supiera a qué edificio le estábamos remitiendo, sino porque venía de allí. Había estado hablando con Marisol Somolinos (ilustre funcionaria laborante en los despachos de la primera planta del 3) que, como después dejo claro Celia, "con muy buen criterio" le remitió al mostrador de la planta baja, donde se le dijo que eso de la certificación académica con nota media ponderada ellos no lo hacían y que como si el edificio 8 fuera la Ciudad Esmeralda donde el Mago de Oz puede concederlo todo, lo teníamos que hacer en Gestión Académica.
En vista de que obviamente se trataba de un nuevo caso de confusión de Alumnos (ya que el que suscribe consiguió lo mismo que ese chaval en Alumnos previo pago de los consabidos 20.88 euros), la uapera I. considero oportuno llamarles para confirmar lo que decía el chaval. La conversación por lo que pudimos comprobar los asistentes fue enrarecida, el trato a la uapera improcedente y además negaron que tuvieran un impreso para ese tipo de solicitudes (algo falso porque sí que lo tienen -incluso con un apartado de observaciones para poner lo de la nota media ponderada, y de hecho es el próximo objetivo del comando UAP en su campaña por el arrebatamiento de competencias al edificio 3).
Tras el infructuoso intento de comunicación telefónica nuestra primera reacción fue aprobar una resolución conminatoria inmediata bajo el formato de nota interna. Pero nuestra buena disposión a evitar la repetición de anteriores conflictos nos llevó a poner en conocimiento de nuestros superiores el caso. Así que me aventuré por esas escaleras tan mal diseñadas al despacho de la Jefa de Acceso y al exponerle fríamente que "tenemos un conflicto con alumnos" se oyó clara la carcajada tan característica, como franca e institucional de la Directora de Gestión Académica, que al conocer los detalles, con una decisión impresionante se aprestó a comunicarse con los responsables de Alumnos. En la conversación que ejecutó, combinando a un tiempo firmeza, educación y diplomacia les refirió claramente cúal creía ella que era el problema, y éste no es otro que la expedición de certificaciones académicas en una de las competencias más comunes de Alumnos ya que, "nosotros no podemos emitir ninguna ya que no somos depositarios del expediente académico del alumno".
Con alegría de conocer como se soluciónan los problemas me encaminé con una sonrisa de oreja a oreja hasta la UAP cruzándome en el camino con Dani, para comprobar que el alumno solicitante ya había partido por indicación nuestra de nuevo al edificio 3 a exigir su derecho a ser atendido. Pero como Celia le había pedido a la responsable de Alumnos el nombre para que el solicitante tratara directamente con ella a fin de evitar que fuera atendido por el mismo que le había enviado a Gestión Académica, la UAP decidió hacer una segudna llamada a alumnos para advertir de que cuando se presentara de nuevo el alumno fuera atendido por Sara, que era la persona con la que Celia había estado hablando, al exponer el asunto telefónicamente la Uapera I. pudo comprobar la rapidez del efecto de la llamada de Celia, ya que como lacónicamente afirmó la persona que cogió el teléfono en el edificio 3 cortando casi las explicaciones de la uapera, "si ya sabemos que ha llamado Celia Gavilán".
Y este es en definitiva la historia del nuevo correctivo recibido por alumnos y el nuevo éxtio de la UAP en pos de la calidad total en el servicio que presta.
Uapero D.