Voto por la paz institucional

Qué corporativismo el nuestro... estoy aquí, haciendo horas extras e intentando convencer al uapero D de que hagamos tarjetas con nuestra extensión telefónica y nuestro sitio blog, en orden a reafirmar nuestra identidad de facto. Claro, que se debe también a la coyuntura actual de que mis amigos en la universidad tienen clase y esas cosas, y mis contactos con la mafia china han fallado.
Quiero desde aquí hacer un llamamiento a la unidad de nuestra unidad. En estos momentos de conflictos con Alumnos, es cuando más claras y sinceras tienen que ser las relaciones entre los miembros uaperos; debemos dejar rencillas entre nosotros atrás, y desarrollar la empatía que siempre nos ha unido. Debemos encontrar un equilibrio entre los deseos autoritarios del uapero D, y la timidez publicadora del uapero J (siento profundamente haber contribuido a las tensiones de nuestra unidad, pero también, el uapero J se ha esperado a quedarse solo y abandonado un viernes por la tarde para desquitarse, ejem. Pero en fin, no es éste el lugar para los reproches, sino un llamamiento a la paz); entre el (a veces deplorable) exceso de personalidad de la UAP (que por otro lado, sólo se debe a su extraordinaria eficiencia), y la presencia de becas tan cerca de esta unidad.
Me complace anunciar desde este lugar interactivo un tímido reestablecimiento de las relaciones entre la Sección de Becas y la UAP, que sin duda seguirán progresando, con buena voluntad por las dos partes (que es lo que hace falta). Lo del Servicio de Alumnos es otro cantar.
Con el alma en comunión con el mundo, rodeada de tranquilidad (ahora que el uapero D ha sido enviado en expedición reprografera con la exbequera y actual nuevecerodosera N), envío este post a las ondas virtuales.
Uapera I