domingo, abril 17, 2005

Ah, qué recuerdos...

En fin... digo yo que esas ralladuras de programitas de excel no pueden ser buenas... y eso que la de la música, personalmente no me despierta tantos recuerdos; la que sí me picó fue la de las citas de cine. Lo que me ha puesto melancólica han sido los recuerdos de la infancia. Yo sí que tuve una infancia feliz, la verdad. He sido siempre una niña mimada... y no me puedo quejar. Pero me asombra la capacidad del uapero D para acordarse de todas las series; yo es que no veía casi nunca la tele. Como me pasaba el día entero en el cole y luego llegaba tarde a casa... La serie que mejor define mi niñez es Muzzy!! ¡Se comía los parquímetros! ¡Y los tipos del doblaje lograron que sonara como comida!!
Lo único que no me gustaba (y que sigue sin gustarme, por cierto) cuando era pequeña, eran las tardes de domingo. Laaaargas y aburridas. Me he leído libros enteros en domingo, y luego no tenía nada que leer durante la semana. Yo creo que, de hecho, fue culpa de las tardes de domingo si me volví vaga en el cole. En lugar de hacer todos los deberes el viernes por la tarde, empecé a hacerlos el domingo, y me acostumbré a las últimas horas. Claro, que después también me trajeron cosas buenas, los domingos, porque me metí en el grupo de teatro, y ensayábamos esas largas tardes lluviosas...
Y aquí estoy, un domingo más, entre las estadísticas de exportaciones de bolsos de los principales productores mundiales. A pa sio nan te. De hecho, la vida empeora desde la niñez. Antes sólo me aburría el domingo, ahora me da pánico el lunes!
Uapera I.

1 Comments:

Blogger UAP said...

Coincido en lo de los domingos, yo también los detestaba, sobre todo desde el momento en que dejé de interesarme por la jornada de liga yse convirtieron en días en los que todo estaba cerrado y era además una cuenta atrás para hacer las tareas (sí, eso de hacerlas el viernes y despreocuparte nunca, nunca lo hice) y siempre me recuerdo haciendo la tarea mientras oía a mis padres ver Canción Triste de Hill Street o, ya más avanzados los 90, Lo que necesitas es amor. Aunque también tengo recuerdos agradables de esas tardes de domingo con la película de TVE (como la de la Tonta del Bote de este sábado que me recordó a cuando mi madre y mi hermano acampábamos con la "tuerca" en el cuarto de estar). En fin, tiempos que ya no volveran, pero que siempre permanecerán en los juegecitos de excel nuestras cuentas de correo de gmail de capacidad creciente...

17/4/05 21:40  

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