sábado, abril 16, 2005

Arcadia Feliz I

El jueguecito de excel con el que la UAP se hizo la semana pasada todavía hace estragos en mi cabeza.
Desde luego, todo el mundo añora su infancia y es normal que eso ocurra. En mi caso, no es que fuera especialmente feliz, era simplemente la vida fantástica de los críos donde el principal problema consistía en saber hacer la lista de invitados al cumpleaños una vez vetados aquellos que porque no me hubieran invitado o porque no los ajuntaba no se merecían estar en esa lista. Bueno, ése problema y el de llegar a casa corriendo tras salir del colegio para no perderse Caballeros del Zodíaco. Fue esta la Serie de mi infancia (no tan infancia porque yo debía rondar ya los 12 cuando la echaban en Tele5 a la hora de la merienda, ya que anteriormente empezaron a echarla en la 2 y casi nadie la vió.
Cuando empezaron a ponerla en Tele5 fue cuando se hizo omnipresente en nuestras vidas: juguetes de bandai, chicles de petróleo rosa de 5 pesetas con cromos para completar álbum... Era la típica serie veías el episodio y luego bajabas a la calle a comentarla con los amigos, y sobre todo a discutir, discusiones gordísimas a cerca de cúal era el más fuerte de todos los caballeros (discusión viciada porque en la serie continuamente aparecían nuevas técnicas de combate que simulaban ser lo más impresionante: el Apocalipsis Nebular de Andrómeda, el ültimo Dragón, el Cero Absoluto del Cisne, la aparente inmortalidad del Fénix...
Era, además, la serie que al tener muchos personajes tendía a que cada uno se identificara con un caballero en concreto. Unos equivocadamente (como la representante femenina de la Sección de Becas 8.0.20) seguían la insoportable chulería de Seiya-Pegaso, pero los que éramos más entendidos repartíamos nuestras preferencias entre Siryu-Dragón (siempre dispuesto a sacrificarse por los demás) y Hyoga, el caballero del cisne. En mi caso Hyoga fue mi ídolo (además de Macgyver y Mike Donovan de V), le procuraba imitar en comportamiento, en frases, incluso en como iba vestido. Razones varias para ello: el que viniera del frío norte (Siberia), la altanería cínica y el carácter solitario y superador de sí mismo... El día de la aparente muerte de Hyoga (cuando Camus de Acuario lo encerró en un bloque de hielo en la Casa de Libra, momento precioso cuando Camus se marchó despidiéndose con la capa ondeando al viento -¿viento en una casa, por otra parte?) fue una de las pocas veces de mi vida en las que recuerdo haber llorado (y como todos los de la calle recuerdo haberlo negado perfectamente ese extremo cuando ese día bajamos a la calle después del episodio)
Así mismo recuerdo perfectamente de temporadas en que en el recreo se sustituía el imperecedero partido de fútbol de la clase de A contra B (yo era de B) por CAballeros del Zodíaco. Y realmente el año pasado me di cuenta de hasta que punto los creadores de este tipo de series no son conscientes de hasta qué nivel de seguimiento pueden llegar a suscitar, fue cuando descubrí una página (ya deshabilitada, al menos en Google) acerca del asesinato del Patriarca del santuario de Atenas. REcuerdo que de crío había cosas de la hitoria de la serie en relación a este personaje que no me cuadraban, pero un día que intenté aclararme sin resultado, lo dejé pensando que me habría perdido algún episodio. En la página ésta, sin embargo se hacía un análisis minucioso del problema que había creado la Toei Animation contratando a dos guionistas para la serie, uno de los cuales seguía la historia del manga preexistente y otro que quiso modificarla, siendo al final la solución coser ambas y generar de este modo bucles irresolubles sobre cuantos patriaracas había y quién había matado a quién.
Es esto algo común a todo el mundo que es fan de algo concreto y hay ejemplos varios (las infinitas páginas sobre las teorías sobre la condición de Harrison Ford en Blade Runner, Star Trek...), pero realmente me sorprendió la disección que la gente podía llegar a hacer con el caso de Shión.
Realmente este post iba a versar sobre un artículo buenísimo que Israel me pasó el otro día sobre personajes secundarios a propósito de Alan el portero suplente japonés en CAmpeones, pero como no he logrado encontrarlo y hasta que vuelva el lunes a la Uap, me he aveenturado con esto.
En otro orden de cosas respecto al jueguecito en sí: he sacado dos más Murphy Brown 31 y 56 Webster (el crío aquél negrito). Y luego lo de Lupín, el formato es : Lupin III.
Y finalmente seguimos a la espera de noticias de los despachos tras los renovados ánimos en nuestra campaña pro-reconocimiento que recibimos de manera sorprendente el otro día.
Uapero D.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La peich: www.viruete.com

Recomendables: Todos los artículos de "personajes que nos traumatizaron" (uno de ellos es Andrómeda, pero como yo no veía los Caballeros ni lo he leído, seguro que tú lo aprecias más), los que hablan sobre música (pop indi o tontipop de los años 2000 a 2002), los de juegos de mesa de programas/series (Médico de familia, la carrera del Chollo)... pincha abajo en "más artículos", que los más antiguos son mejores

18/4/05 09:24  
Anonymous Anónimo said...

Vuestro blog es de lo más fashion. Es megafuerte, tíos.

18/4/05 15:38  
Anonymous Anónimo said...

Ya ves, me he decidido ha leer uno de tus largos post, y mira por donde, encontré una referencia a mi persona. En fin, supongo que Pegaso, al que tanto criticas, se correspondía con el típico chico guapo de clase, que a todas nos encantaba: un morenazo super-chulo, más o menos como Benji Price, mi favorito de la serie de campeones.
En realidad, la serie que realmente representa mi infancia y que me marcó fue David el Gnomo. ¡Cómo lloré el día que se convirtió en árbol! ¡Y qué malos eran los trols!
Aiss, este juego de Excell me ha hecho recordar canciones que ya casi había olvidado, y que me ha encantado volver a escuchar, como la de La Aldea del Arce. Y retomar la típica conversación nostálgica sobre lo maravillosos que eran los dibujos de nuestra época y que ahora haya que soportar a los pokemon y poco más, salvando siempre a Shin-Chan, claro.
Sin más me despido en este mi primer comentario en la blog de la UAP.

21/4/05 16:17  
Anonymous Anónimo said...

Pues sí, totalmente esperado que además de fan del inefable Seiya te gustara ese ególatra de Benji Price. En fin, espero que no sea ésta la última visita al blog de la todopoderosa UAP.

22/4/05 13:56  

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