lunes, abril 18, 2005

Arcadia Feliz (y II)

http://www.viruete.com
Ésa es la página donde aparece el artículo sobre Alan, el portero del Newteam siempre a la sombra de Benji Price. Ésta página me la pasó Israel el otro día en plena psicosis "Gestión Académica: Interunidades" nostálgica de las fanfarrias de televisión del juegecito de Excel.
Pagina a añadir a las "pulsiones" de www.dibuani.com y www.teacuerdas.com
La verdad es que la televisión es algo ya estructural en nuestras vidas, pero desde luego el planteamiento del artículo de Alan, así como el de Quique de Verano Azul, me parecen acertadísimos, por cuanto siempre en una serie (y más si era en plan de superhéroes o personajes luchadores tipo Caballeros del Zodíaco) había personajes a los que detestabas y a los que idolatrabas y luego había personajes que estaban para hacer bulto, de los que nunca se sabía mucho de ellos y que planteaban además incongruencias acerca de su personalidad o carácter.
El artículo de Alan me pareció buenísimo aparte de hacerme recordar uno de los momentos de autoayuda y terapia más grandes que la televisión ha ofrecido a nuestra psicológicamente inestable sociedad intelectual: el balón es nuestro amigo. Esa fue la máxima con la que Óliver (que por otra parte era otro txulo tipo Seiya, aunque al menos aquí con más razón) intentó contrarestar el maquiavélico plan de Marc Lenders cuando le tiró un trallazo a la cara en medio de un partido. Aún recuerdo al infausto Alan repitiendo con sonisa inocente "El balón es mi amigo, no puede hacerme daño".
Realmente habrá que hacer otro artículo con Bruce Harper (el defensa que se convierte en el primer amigo de Óliver que a mí siempre me gustó más que los protas) Alan desde luego
Recomiendo además leer el artículo sobre Quique de Verano Azul y hojear algunos del resto.
Y por último cerrar esta veta arcádica con una loa a las series de dibujos de infancia 80-90. Evidentemente siempre lo nuestro y lo que hemos vivido, especialmente si es en nuestra infancia, nos parece lo mejor, y es por ello que constituye nuestra inalcanzable Arcadia, pero objetivamente considero que las series de animación de mi infancia eran, no un poco, sino mucho mejores que las actuales.
En primer lugar porque eran más variadas en su temática las había desde fabulísticas (Bosque Verde, Osos Gummy, Ferdy....) ingeniosas (Chip y Chop), fantásticas (Diminutos, La Corona Mágica) clásicas (Heidi y Marco). Y segundo porque enseñaban, yo creo que los críos de mi época aprendimos mucho con aquellas series. En primer lugar valores, ya que hasta las series de apariencia más violenta como Caballeros del Zodíaco (de hecho recuerdo un combate entre un tal Capella que lanzaba discos que Ikki logra se vuelvan contra él y le mutilen los brazos) tenían cantos a la amistad, el sacrificio por los demás, el medio ambiente, la piedad, la humanidad; además de otro tipo de cultura (como las estupendas historias mitológicas o pseudomitológicas acerca del santuario de Atenas o aquél reino medio vikingo de Asgard). Las de ahora son o muy noñas, presuponiendo que los críos son idiotas y que hay que profundizar en ese camino (de hecho creo que el inicio de ello fueron Los Fruitis y la confirmación última esa vomitiva Delfi y sus amigos); o carentes de cualquier valor más alla de autobombo comercial. En fin, confío mi futuro gobierno a implantar tras mi golpe de estado, remediará eso con un plan efectivo.
Uapero D.